La incapacidad de soportar el dolor hace que una persona sea muy débil y dependiente. Debe entrenar su voluntad, haciéndola deliberadamente lastimar el cuerpo y tolerarlo.
El dolor es un pecado, como cualquier otro pecado, derrota al mal con desprecio. El desprecio mata el dolor, el desprecio convierte el dolor en alegría.
La esencia de la abstracción de la realidad y su dolor es sumergirse plenamente en los sueños y la ilusión del mundo virtual. La realidad no existe. La realidad no existe. La realidad es una ilusión. El dolor es una ilusión. No hay dolor. El dolor es mentira.