Los idealistas son fuertes. Aquiles era idealista, pero cada idealista tiene un talón de Aquiles. Cuando un idealista se siente frustrado por sus expectativas, pierde fuerza y se convierte en todo lo contrario.
Los héroes de juguete son muy vulnerables a la depresión. La vida real requiere humildad y paciencia. Para tener éxito en el juego real, necesita un verdadero amor por el juego, no por su placer.