Bueno es el verdadero, el que existe. El que miente y no existe es malo. Los idealistas son todos malos, porque su ideal vive en el futuro, en el pasado y nunca en el presente, es decir, no existe.
El hombre se condena a sí mismo a sufrir y privarse cuando cree que no es digno de la libertad y la felicidad, porque es malo. No lo suficientemente bueno para la libertad, una persona es un esclavo de sí misma.
No hay que ser muy inteligente para prosperar cuando estas perfecto y bien, pero trata de sobrevivir y prosperar cuando estas hecho solo de los defectos.
El deseo eterno de criticar constantemente a sí mismo es un patrón de comportamiento establecido en la infancia. El súper ego humano se forma bajo la influencia de los padres. Si los padres siempre criticaron al niño, el niño aprende este modelo de comportamiento y en la vida adulta sigue criticándose eternamente a sí mismo y a los demás, envenenándose a sí mismo y a las personas la vida.
Dividir el mundo en positivo y negativo es una mentira, la verdad es que el mundo real es simultáneo y unificado en todos sus extremos. Los que lo comparten reciben un contraste de sufrimiento y alegría. O estas personas sufren desde el interior, y el exterior está bien, o el interior está bien, y el exterior está mal. La humildad permite alcanzar la alegría y el éxito en los asuntos al mismo tiempo.
El trastorno antisocial de la personalidad es causado por el miedo al futuro. La conciencia de una persona, con expectativas negativas, bloquea la capacidad de predecir eventos y se concentra completamente en "ahora". La negación de los efectos negativos impide que el paciente se dé cuenta de los efectos de sus acciones.