El ser humano vive en un cuarto. El cuarto tiene 4 paredes: las necesidades, las debilidades, las predilecciones y las limitaciones. Este cuarto tiene un piso. El piso es el fundamento. El fundamento es el conocimiento, los principios, la ética, la moral… Este cuarto tiene un techo, son deseos, metas, sueños…
Y en el medio de este cuarto está sentada una persona desnuda... pequeña y eternamente joven.
La insatisfacción de los dos primeros niveles de necesidades básicas genera miedo crónico en una persona, que se convierte en un excelente nutriente para todos los pecados y vicios humanos.
La sumisión implementa la necesidad de unidad. La unidad es un símbolo de amor, fuerza, seguridad y energía. El hombre quiere obedecer porque quiere amor.
La satisfacción de las necesidades inferiores agrada al cuerpo, pero el alma sufre mucho de envidia y celos. Las necesidades superiores insatisfechas lloran dolorosamente por la buena madre.
Lo que puede ser más feliz que hacer clic en Internet a través de los botones, la realización de la necesidad de acciones automatizadas repetitivas que matan el miedo, mientras que la lectura de algo interesante, para la realización de la necesidad de conocimiento u otras necesidades de información (entretenimiento, comunicación, lujuria)
Este es el síntoma principal de la neurosis y la depresión: la sospecha compulsiva, la paranoia, la desconfianza y la necesidad de inventar miedos y problemas. Los miedos paranoides se entrelazan en la cabeza de una persona, él mismo comienza a pensar en sí mismo el miedo y se vuelve loco.
