El jugador de ajedrez debe dividirse, jugando al mismo tiempo por sí mismo y contra sí mismo. La habilidad de ver el partido con los ojos de los demás es la clave de la victoria en cualquier juego.
En la vida hay que actuar como en el ajedrez… haciendo una jugada, en un momento crítico se debe hacer un paso hacia un lado e improvisar con mucha belleza y sorpresa.